El presidente de la Diputación, Francisco Vázquez, ha visitado una granja de perdices situada en el término municipal de Sequera de Fresno que produce unos 25.000 ejemplares cada año, todos ellos destinados a la caza.
La finca, propiedad del actual alcalde de la localidad, José María Moreno Ramos, y su familia, cuenta con 25.000 metros cuadrados cubiertos, lo que la sitúa entre las más importantes existentes en España de perdiz roja (alectoris rufa).
La empresa, con una facturación de unos 300.000 euros anuales, tiene alquiladas otras dos granjas en Soria y Palencia, de similares dimensiones a la de Segovia, en las que produce otras 9.000 y 30.000 perdices respectivamente
Con 15 años de antigüedad, la granja de Sequera de Fresno, que surgió de la afición familiar a la perdiz, exporta en la actualidad toda su producción principalmente a Castilla la Mancha; después a Andalucía, Extremadura y Valencia, pues Castilla y León es poco consumidora de perdices.
La empresa del nordeste segoviano, de las llamadas de ciclo cerrado, distribuye sus instalaciones en las tres fases de la producción: reproductora, incubación y cría.
En primer lugar, en la reproducción, colocan a la hembra en el habitáculo y luego al macho, produciendo cada unas de las 600 parejas de que dispone una media de 50 huevos al año. La vida útil de la perdiz para puestas es de cuatro años.
Los huevos se colocan después en las cámara de frío o conservación, pues son necesarios 21 días hasta que rompe y tres días de secado. La factoría dispone de dos máquinas: una para 9.000 huevos y otras para otros 20.000, aunque su punta máxima hasta ahora ha sido de unos 13.000 por lo que aún tiene margen de maniobra para seguir creciendo. Además, cuenta con un generador propio para poder contrarrestar posibles cortes de luz en la zona.
La máquina nacedora la fabricaron ellos mismos, pues las que hay en el mercado son muy caras. A mediados de abril empiezan a trabajar en las cámaras. En la actualidad, están en un 25% de infertilidad de los huevos, aunque han llegado a alcanzar un 18%. El último lote de pollitos suele salir a finales de julio.
La cría se realiza en unos voladizos de unos 45 metros de largo en los que están a temperatura ambiente y en los que plantan girasol para que sirva de alimento a estas aves. De lo que se trata es de que la perdiz esté tranquila, porque "en el campo no vuelan, si no la molestas", comenta el propietario.
No obstante, su alimentación se completa con pienso compuesto y trigo. Este último " para que se adapten luego en los cotos de caza, pues ahí no se les puede echar pienso", apunta José María Moreno. En total, gastan unas cien toneladas de pienso al año.
A mano
Para coger las perdices las cierran del volado hasta la nave, bajan una malla, y las cogen dentro de la nave a mano o fuera en el porche. En pedidos grandes, de unas 2.000 perdices, "necesitamos entre dos y cuatro personas, aunque en un par de horas hemos completado la tarea", comenta el también alcalde de Sequera de Fresno.
Cada perdiz se vende por seis o siete euros. Lo de menos en este caso es su peso, pues "la perdiz se mueve a la vista, por lo que se necesita que esté bien coloreada y emplumada".
El presidente de la Diputación, Francisco Vázquez, destacó al final de su visita la variedad que presenta la economía segoviana. "Vemos cómo de una afición ha surgido un emprendimiento, que con esfuerzo y tesón ha logrado situar esta granja entre las ocho o diez más importantes de España; en una zona de la provincia que dispone sobre todo de mucho terreno para explotaciones de este tipo".