Elemento

Historia de Hontanares

Historia

El hallazgo frecuente de piedras de granito trabajadas por el hombre de la época neolítica en el altiplano de "Las Laderas" donde se unen los términos de Hontanares con los Huertos y Valverde, hace suponer que en esa época, entre 4.000 y 7.000 años antes de Cristo, y en ese lugar de nuestro municipio ya había habitantes que utilizaban una piedra labrada a guisa de mortero provisto de un rodillo del mismo material para triturar el grano. De esa misma zona, y concretamente en el paraje denominado "la gravera", nos llega de boca a oído la existencia de una pequeña iglesia o ermita, de la que sólo se conservan restos de piedra caliza y alguna pizarra… procedentes de algún asentamiento humano en épocas muy posteriores y más cercanas a nuestros días.

Peguemos un tremendo salto en la Historia y nos vemos ya en la época de los romanos. Hontanares ya existía en su actual asentamiento geográfico. Las lápidas de piedra caliza, con inscripciones en latín en el piso de la iglesia parroquial, desgraciadamente cubiertas con hormigón y terrazo, nos lo indican. Ya estamos hablando de los S.III y IV de nuestra era.

El reciente hallazgo de un importante yacimiento arqueológico cercano al viejo cementerio, ya en desuso, que se está catalogando en la actualidad, tiene por su similitud con otros yacimientos como el de Uxama en el Burgo de Osma, todas las trazas de datar de la época tardo-románica y el periodo visigodo, cuando era soberano en estas tierras el Rey Wamba.

En la zona conocida como "El Cortijo", actual núcleo urbano cercano a la vieja estación del ferrocarril, ha sido frecuente hallar trozos de cerámica, piedras calizas trabajadas y tejas cocidas curvas. Recordemos que los árabes fueron expulsados de España en 1.492 y muchos años antes de estas tierras, pero estuvieron dominando nuestro país cerca de 800 años.

La Hacienda Pública, a principios del reinado de Isabel la Católica, ya conocía la existencia de Hontanares, pues cuando esta célebre reina ordenó la reparación de la Puerta Seca; es decir, el Acueducto de Segovia, esta obra la tuvo que pagar el pueblo y a nuestra localidad le correspondió abonar a Fray Pedro de la Mesa, prior del Monasterio del Parral y encargado de cobrar los impuestos, la cantidad de 503 maravedíes.

Hontanares de Eresma debe su actual nombre a que en su término municipal abundaban las fuentes y manantiales (fontanares y hontanares), de ahí su nombre medieval Fontanares. La mayoría de éstos se encuentran actualmente olvidados y anegados, pero otrora estuvieron muy cuidados por los pastores y labradoras que pasaban las horas en el campo desde el amanecer hasta el ocaso, por lo que necesitaban agua.

EL FERROCARRIL DE SEGOVIA A MEDINA DEL CAMPO instalado a finales del Siglo XIX aumentó la importancia económica de su población y trajo, además, algunos emigrantes como obreros de la RENFE.

La línea ferroviaria Segovia – Medina del Campo fue inaugurada en abril de 1884, pero no entró en servicio hasta meses después.

El 1 de junio a las 10:00 de la mañana parte de Medina del Campo el tren inaugural con dirección a Segovia.

Esta línea fue gestionada por la Compañía de los Caminos de Hierro del Norte de España.

La longitud de su trayecto fue de 92 kilómetros, pasando por diversos pueblos de la provincia de Segovia y de Valladolid:

Hontanares de Eresma, Carbonero de Ahusín, Yanguas de Eresma, Armuña, Ortigosa de Pestaño, Nava de la Asunción, Coca, Ciruelos de Coca, Fuente de Santa Cruz, Fuente Olmedo, Olmedo de Adaja, Pozal de Gallinas y Medina del Campo.

Toda la línea era de vía única, donde se construyeron un túnel a la altura de Carbonero de Ahusín y cuatro puentes metálicos. El primero a la salida de Segovia y los siguientes sobre los ríos Eresma, Voltoya y Adaja, siendo estos dos últimos los más largos, 110 metros de longitud.

En 1984 la vía fue renovada desde Segovia hasta Nava de la Asunción pudiendo así alcanzar 110 Kilómetros / hora.

Por estas vías circularon trenes expresos, rápidos, correos y mercancías hasta que el Gobierno finalmente clausuró la línea.

Fue una línea que resistió el año negro del ferrocarril español, en el año 1985, pero sólo momentáneamente.

En septiembre de 1993 se suprimió el servicio debido a la escasa rentabilidad de los últimos años a lo que se añadió la mejora de las carreteras, causas que motivaron el declive de la línea.

De esta época nos queda el deseado proyecto de una Vía Verde, la vieja y abandonada Estación, el edificio de los transformadores eléctricos, la vivienda en ruina del factor y la casilla de los guardabarreras situada a la entrada del pueblo que nos recuerda lo que en su época era un paso a nivel con guarda permanente.

Actualmente se esta llevando a cabo un proyecto para construir la Vía Verde sobre la vía ferroviaria que ira de Segovia hasta Olmedo, pero aún no se ha fijado una fecha para iniciar las obras.

Discurrirá por el antiguo trazado, excepto en cinco puntos en los que la nueva línea del AVE Madrid- Segovia- Valladolid ha invadido la vía.

Serán 70 kilómetros donde se beneficiaran dieciséis pueblos, trece de Segovia y tres de Valladolid.

Se prevé construir quince áreas de descanso y cinco miradores en espacios con singular belleza situados aproximadamente cada cinco kilómetros para posibilitar el descanso cada hora.
Además se asfaltará una parte de 2,5 metros de ancho como carril para bicicletas y otra de 1 metro con material blanco para caminantes.

El ferrocarril dejó de pasar hace más de 15 años, pero ha dejado una serie de edificios únicos que en su día albergaron las estaciones y las viviendas de los operarios.

Estos edificios son un gran ejemplo de la historia del ferrocarril de España.

Como datos históricos-culturales sólo encontramos como dignos de mención que el primitivo Lope Tablada, célebre pintor segoviano, acostumbraba a pasar sus vacaciones estivales en nuestro pueblo.

Y que los hijos de D. Juan Rincón Lazcano, un Notario que poseía una mansión en Hontanares conocida por El Jardín, dejaron escrita una obra de teatro costumbrista que lleva por título "La Alcaldesa de Hontanares", con la que se inauguró en el año 1.917 el teatro Juan Bravo de Segovia. Un ejemplar de la obra y el piano donde se compuso la parte musical, se encuentran aún en la casa donde vivían sus autores.