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Un dique de tierra contiene la crecida en Hontanares

El acceso al municipio ha vuelto a sufrir la avenida del Eresma y su alcalde reclama «una solución definitiva»

«Con cuatro gotas que caen el agua se desborda. Es necesaria una solución definitiva». Es la demanda que hace el alcalde de Hontanares de Eresma, Javier García, quien este sábado lamentaba que una nueva crecida del río anegase parte de la carretera de acceso al municipio del alfoz. Aunque la vía ha estado transitable prácticamente toda la jornada de ayer, la balsa de agua imponía extremar la precaución al volante.

El problema no es nuevo. El regidor reconoce que se han realizado actuaciones, pero le saben a poco las medidas provisionales y echa en falta una intervención integral y definitiva que borre este debe en la lista de problemas permanentes con los que ha de lidiar. Una de las acciones que se ha llevado a cabo después de las inundaciones del pasado marzo ha sido la limpieza de palos y ramas, además de dragar debajo del puente porque uno de los ojos estaba obstruido.

García señala que la Diputación atendió esta petición, pero la prueba de que algo sigue fallando es que ayer la calzada volvió a estar cubierta por el agua. Señala a la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) como la responsable de poner coto a esta problemática.

El alcalde opina que cada vez que el Pontón abre compuertas o alivia, el acceso a su localidad lo sufre en forma de desbordamientos. De ahí que reivindique al organismo que ahora preside Juan Ignacio Diego una mejor regulación de la cuenca.

Dentro del plan de carreteras de la Diputación

En esta línea de propuestas, Javier García propone la opción de drenar del cauce, entre otras alternativas para atajar los desbordamientos en las proximidades de Hontanares de Eresma. Por otra parte, le tranquiliza que la Diputación haya incluido en su plan bianual de carreteras 2015-2016 la obra consistente en levantar el puente en la vertiente que mira dirección Valverde del Majano.

Para controlar la nueva recrecida de ayer, operarios de la Corporación provincial trabajaron en la construcción de un dique de tierra con el fin de contener la avenida. Como explicaba el capataz de la zona, José Manuel Benigno, las máquinas han depositado unas 150 toneladas de tierra a lo largo de unos 120 metros con una altura de algo más de medio metro. El responsable confía en que esta intervención aguante,. Aunque reconoce que se trata de un arreglo «provisional, también es la solución más rápida que ha permitido reabrir los carriles».

Fuente de la noticia: El Norte de Castilla, 1 de febrero de 2015