El pleno de la Diputación Provincial guardó hoy un minuto de silencio al inicio de su sesión ordinaria del marzo en recuerdo del expresidente del Gobierno, Adolfo Suárez, y del que fuera diputado provincial y alcalde de Los Huertos, Alfredo Monjas, ambos recientemente fallecidos.
El primer presidente de la democracia española, tras la transición, recibió el 27 de junio de 1970 la Medalla de Oro de la Provincia de manos del entonces presidente de la Diputación, Modesto Fraile. La medalla le había sido concedida solo unos meses antes, el 29 de noviembre de 1969, cuando presidía la Diputación Fernando Abril Martorell, quien luego le acompañaría como vicepresidente de España.
La Diputación justificó entonces la concesión de la medalla como reconocimiento al "nuevo estilo de gobierno" que Adolfo Suárez había impuesto a su puesto de gobernador civil de Segovia, "poniendo su acento singularmente en la planificación". Asímismo, la Corporación Provincial le agradecía su trabajo para crear el Colegio Universitario de Segovia, en el que estudiaron generaciones y generaciones de segovianos hasta su integración en la Universidad de Valladolid, y que incluyera a "Segovia como provincia de acción especial a efectos de planes provinciales". "Desde un principio –continuaba el acuerdo del pleno- potenció las corporaciones locales, reconociéndoles la autonomía y dignidad que les corresponde y haciéndoles principales protagonistas de nuestro desarrollo".
Así lo recordó hoy el actual presidente de la Diputación, Francisco Vázquez, tras guardar un minuto de silencio; mientras que el portavoz socialista, José Luis Acebes, fue en encargado de realizar una semblanza del también fallecido diputado provincial socialista y alcalde de Los Huertos, Alfredo Monjas, unas palabras que suscribió toda la corporación al completo.
Entre los asistentes al pleno se encontraba Alfredo Monjas Bermejo, padre del diputado provincial fallecido hace pocas jornadas y quien fue también, como su hijo, alcalde de la localidad de Los Huertos. A él se le entregó la rosa depositada al comienzo del pleno en el escaño que durante estos años ocupó su hijo.